sábado, 2 de agosto de 2008

Manifestaciones centrales del alcoholismo crónico

2.- Trastornos Sensoreceptivos
Dr. Héctor A. Figini

Pueden iniciarse con la simple referencia de padecer "sueños malos", pesadillas a veces con alteraciones tales que al paciente le resulta difícil discernir si fueron realmente sueños o vivencias. Puede haber deformación ilusoria de objetos, interpretación errónea de ruidos familiares, sombras conocidas, etc. Finalmente, podrá oir voces que son generalmente insultantes, acusatorias, "condenatorias de su condición viciosa", puede ser música o ruidos no existentes. Cuando también son visuales, adquieren con notable frecuencia el carácter de formas humanas distorsionadas, de animales o de actitudes o situaciones de riesgo o catástrofe personal.

Son mucho más comunes las alucinaciones auditivas y aunque menos espectaculares que las visuales, su pronóstico es peor, ya que pueden, pasando a un estado de cronicidad, acompañarse con el tiempo de un deterioro global, de tipo demencial, o constituirse en la base para un delirio, no sistematizado, progresivo. En relación con esos fenómenos, se habla también de alucinosis, en el sentido de que el enfermo, una vez recuperado, reconoce lo morboso de los fenómenos percibidos, aunque no así durante la presentación de los mismos. Como en todos los cuadros que integran este grupo, se ha observado que en la inmensa mayoría de los casos las alucinaciones se establecen poco tiempo después de iniciado un período de abstinencia, siendo por lo demás transitorias en casi todos ellos, alcanzando a durar de 2 a 5 días. Inclusive pueden ser fragmentarias y tan fugaces como pocos minutos. Se las denomina por ello "alucinaciones transitorias agudas de los alcohólicos", y en algunos casos al acompañarse de estados confusionales o síntomas delirantes son los "delirios alucinatorios agudos de los alcohólicos".

del libro "Alcoholismo"
Dr. Gustavo F. Poch - Dr. Horacio Rubio
Editorial Universitaria de Buenos Aires

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